Echando la vista atrás y recordando nuestra época escolar… no hemos podido evitar visualizar por un momento cómo eran las aulas, los pupitres en los que tantas horas pasábamos, las sillas, los pasillos e incluso la biblioteca. Lo cierto es que siempre vimos el colegio más como una jaula que como un sitio bonito donde todos queríamos estar. Pero claro, hoy nos encontramos con esto y de haber sido nuestros colegios así, nos tendrían que haber sacado a rastras de él.

Estos dos proyectos escolares que os presentamos hoy, pertenecen a la diseñadora sueca Rosan Boschin y los encontramos en Estocolmo. Son colegios donde las aulas fueron reemplazadas por impresionantes espacios abiertos donde cada alumno se mueve a su antojo ayudando a fomentar la colaboración y la interacción en un entorno donde se promueve la creatividad y donde se ponen en práctica métodos de enseñanza innovadores.

Espacios multifuncionales de aprendizaje, de interiores coloridos y pequeños nichos para la concentración y la contemplación. Ambientes flexibles para apoyar una variedad de situaciones de aprendizaje diferentes. El diseño es completamente compatible con los métodos pedagógicos de la escuela y juega un papel importante en el círculo diario de la escuela.

Sin duda, un sitio donde pocos querrían irse al sonar la campana…

  Vía: toxel y rosan bosch